Operación de Amígdalas y Cornetes. Amigdalectomía y Turbinoplastia en Madrid

Lo que debes saber sobre este servicio

Operación de Amígdalas y Cornetes. Amigdalectomía y Turbinoplastia en Madrid. ¿En qué consiste?

La cirugía combinada de amigdalectomía y turbinoplastia en la provincia de Madrid se realiza cuando el paciente presenta problemas recurrentes tanto en las amígdalas como en los cornetes nasales, afectando a la respiración, al descanso y a la calidad de vida.

Las amígdalas son estructuras de tejido linfoide situadas a ambos lados de la garganta. Actúan como defensa frente a virus y bacterias, especialmente durante la infancia. Cuando se inflaman de manera repetida —un proceso conocido como amigdalitis— pueden provocar dolor intenso, dificultad al tragar, fiebre, ganglios inflamados e incluso ausencias frecuentes a clase o al trabajo.

Aunque forman parte del sistema inmunológico, su extirpación se recomienda cuando las infecciones son muy frecuentes, cuando causan complicaciones (como abscesos) o cuando provocan trastornos respiratorios como ronquidos intensos o apneas.

¿Por qué se opera también el cornete?

En algunos pacientes, la amigdalitis se asocia a rinitis crónica u obstrucción nasal persistente. En estos casos se valora realizar, en la misma intervención, una cirugía de cornetes o turbinoplastia.

Los cornetes son estructuras internas de la nariz que regulan el paso del aire. Cuando aumentan de tamaño o se irritan de forma continua, bloquean la respiración nasal, generan congestión, pérdida parcial del olfato, cefaleas y una respiración bucal mantenida, especialmente molesta por las noches.

La turbinoplastia mejora el flujo de aire nasal y potencia la eficacia de los tratamientos posteriores. Además, permite que los medicamentos tópicos (como corticoides nasales) actúen mejor, al facilitar su penetración.

Síntomas habituales en estos pacientes:

• Dolor de garganta recurrente.
• Dificultad para tragar y hablar.
• Ronquidos y pausas respiratorias nocturnas.
• Congestión nasal persistente.
• Placas en las amígdalas.
• Sensación de falta de aire o respiración bucal.

¿Cómo se diagnostica?

El especialista realiza una exploración clínica completa y, cuando es necesario, solicita un exudado faríngeo para identificar si la infección es viral o bacteriana. Para valorar los cornetes puede emplear endoscopia nasal, que muestra su tamaño y grado de obstrucción.

¿En qué consiste la amigdalectomía?

La amigdalectomía es una intervención que se realiza bajo anestesia general. El cirujano accede por la boca —no se realizan incisiones externas— y extrae las amígdalas utilizando bisturí frío, electrobisturí o técnicas avanzadas que reducen el sangrado.

Generalmente requiere una noche de ingreso y la recuperación completa tarda entre 1 y 2 semanas. Durante ese periodo es habitual sentir dolor al tragar, molestias referidas a los oídos y necesidad de mantener una hidratación adecuada.

¿En qué consiste la turbinoplastia?

La turbinoplastia puede realizarse con anestesia local y sedación cuando se opera de forma aislada. Sin embargo, si se realiza junto a la amigdalectomía, se lleva a cabo bajo anestesia general.

Mediante una pequeña sonda, el cirujano aplica energía controlada al cornete, generando un efecto térmico que reduce su tamaño progresivamente gracias a una cicatriz retráctil. La mejoría completa se aprecia entre 6 y 8 semanas después de la intervención.

Recuperación y cuidados posteriores

Es normal presentar molestias al tragar, pequeñas acumulaciones blanquecinas en la zona operada, dolor irradiado a oídos y cierto cansancio general. El especialista pauta analgésicos, recomienda una hidratación abundante y una dieta blanda los primeros días.
En el caso de la turbinoplastia, puede aparecer leve congestión nasal temporal.

La combinación de amigdalectomía y turbinoplastia ofrece excelentes resultados, mejorando la respiración, reduciendo las infecciones de garganta y favoreciendo un descanso nocturno más reparador.